viernes, septiembre 29, 2006

La voz de la tierra

En aquel momento una vibración pausada recorrió mi cabeza, un sonido profundo estaba atravesando mis oídos. Era una sensación nunca antes experimentada, un sentimiento especial, como algo que entra hasta el interior de ti y luego sale dejando una especie de estela que dura solo unos breves instantes. En ese momento estaba cantándome la madre tierra, su voz grave me acariciaba dándome la oportunidad de sentir el calor de sus inmensas y brillantes manos, me acogió unos segundos en su regazo. Descubrí entonces que solo existen dos caminos para oír a nuestra madre azul, cuando el viento suena entre las ramas de los arboles emitiendo agudos y fantasmales cantos y cuando sopla por dentro de las mismas ramas lejos de su árbol. Sus cuerdas vocales son de madera, los arboles son los hijos del amor entre el sol y la tierra, sin uno de los dos, no existirían. Es fantástico dejar que ella cante a través de ti, solo puede hacerlo si formas una pieza con sus cuerdas, te hace descubrir movimientos internos que solo ella conoce, su voz sale desde tu garganta, desde tus pulmones, desde tu estomago, tu propia voz y tu espíritu, tu cuerpo entero llega a formar parte de su canción. El didgeridoo o yidaki no es un tubo, tampoco es un instrumento de viento, es el único camino para que la tierra cante junto a ti. Hace algún tiempo que en Freedomland también habla nuestra tierra.

jueves, septiembre 21, 2006

Tiburones en la calle

Que me disculpen estos fantásticos escualos por la odiosa comparación, pero parece que, en la ciudad se extiende algo parecido al frenesí alimenticio de estos animales marinos. A diario aparece en los informativos, la desgracia de peatones y ciclistas víctimas de estos depredadores del asfalto.
En las ciudades la prioridad absoluta es para los coches, incluso en numerosos semáforos han reducido de forma radical el tiempo de paso para los peatones, las aceras en decenas de calles son ridículas, es imposible circular por ellas por su estrechez y la absoluta prioridad es los conductores, que, lejos de ser solidarios, jamás reducen para permitir el paso a dos personas que se cruzan en la misma acera. Con las bicicletas la historia es peor, el peligro de ser devorado, lógicamente por ir por el mismo camino de estos incivilizados, desalmados del motor. Adelantan a toda velocidad ignorando el espacio de la calle, a veces obligando al ciclo-transportado a frenar para no colisionar con el bordillo al que ha sido empujado para no acabar colgado de una farola, si es imposible el adelantamiento, se pegarán lo máximo a tu rueda trasera e incluso te presionarán con su amado claxon. En los cruces, jamas realizarán un ceda el paso ante la llegada de una bicicleta con preferencia, te recortarán en las curvas y desvíos, si es posible intentarán hacerte la vida imposible con alguna jugarreta, el respeto, ¿el que?. Como en todo, generalizando aunque no me guste hacerlo, hay un claro perfil de marcas y aspecto de estos vehículos a los que hay que prestar especial atención para no acabar bajo una rueda, en marcas ganan los Audi, Mercedes y alta gama en general, éstos creen que su nivel adquisitivo les da un derecho superior sobre el resto, este hecho es incrementado cuando posan sus manos en un volante. El otro perfil es el aspecto, coche amarillo, llamativo, llantas cromadas, lunas tintadas y gran alerón, a veces acompañado de un ruido difícil de distinguir al que llaman reaguetón. Existe una alternativa para no jugarte la vida, radica en pedalear sobre la acera pero aguantando las quejas con mucha razón de los viandantes.
Los coches actuales, son, para las personas, insoportables, hacen ruido, despiden calor, emiten gases contaminantes y nauseabundos, culpables en gran medida del calentamiento global, consumen de forma exagerada un combustible en extinción, anticuado, extremadamente caro para el beneficio de los tiranos de las grandes multinacionales petroleras, ja! y además paga seguro y reparaciones, ocupan un espacio precioso, provocan colapsos en las calles que no solo afectan al estresado conductor, sino a los peatones que tragan su asqueroso humo y a los ciclistas que difícilmente, a duras avanzan entre las ruidosas hojalatas.
La bicicleta, el vehiculo mas eficiente para una persona, que no contamina, no ensucia ni libera ningún residuo, silencioso, saludable para el que la disfruta, rápida, extremadamente barata, no requiere de aparcamiento y podría continuar con un listado de ventajas. Sin embargo es poco usada y menos respetada. Los carriles especiales aun son escasos y no existen prácticamente lugares habilitados para dejarlas.
Todos en bici! Una utopía mas desde tierra libertad.